Salmo 33:1-12Experimentemos juntos estas palabras de adoración por unos pocos
minutos...
Mientras empezamos este salmo, se nos instruye a hacer música para
Dios, cantarle, tocar instrumentos, gritar de gozo, usar toda forma de música
posible para alabar a nuestro Señor (vs. 1-3). ¿Por qué? Contemos las
razones. Lo adoramos porque Él es el Dios:
--Quien es Justo y Verdadero (v.4). Él es siempre justo en sus
decisiones.
--Quien es Fiel (v.4). Él guarda sus promesas, y siempre podemos
confiar en ellas.
--Quien Ama la Justicia y la Rectitud (v.5). Él hace lo que es correcto
y bueno y se deleita en que otros hagan lo mismo.
--Cuyo Amor Nunca Falla (v.6). Su amor nunca se acabará; Él ama a
cada persona, en cada momento y situación en la que estén.
--Quien es Creador (vs.6, 7, 9). De la nada Él soñó el mundo y cuando
lo dijo lo hizo real. De la nada Él creo una obra de arte como tú.
--Quien es Asombroso (v.
. Su grandeza merece nuestra alabanza. A
la luz de su insondable gracia, el mundo entero doblará sus rodillas y lo
adorará.
--Quien está en Control (v.10). Las naciones y los reyes de este mundo
no tienen el control; Él tiene siempre la última palabra.
--Quien es Constante (v.11). A través de las edades, sus promesas
nunca cambian y su voluntad será cumplida siempre.
A la luz de estas razones, podemos ver por qué el escritor canta,
bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que él escogió como
heredad para sí (v.12).
¿Cómo alabarás a un Dios tan increíble hoy?